Un año más haciendo historia, y de la buena. Una Vuelta de Reyes más para contar, a pesar de los pequeños problemas que había por medio: básicamente coincidencias varias, feria medieval y la visita al impresionante museo de nuestro añorado Ricardo Tormo. Nada que al final no pudiéramos compaginar bien. El balance final fue positivo, solo hay que mirar las caras de felicidad de los participantes.
¿Cómo arrancamos? Pues con un tiempo primaveral en pleno enero, es decir, con unas condiciones climatológicas perfectas para pasar un gran día entre los amigos de las motos clásicas de gran cilindrada. En esta ocasión nos reunimos unos cincuenta participantes que, después de desayunar y guardar un minuto de silencio por los compañeros caídos, salimos dirección Cullera para luego pasar a Alzira, carretera de naranjos y buen asfalto, hasta aparecer en el restaurante Quinta Managua y reponer fuerzas. Reparto de regalos para los participantes y muchas risas. Luego, vuelta a vestirse de “romano”, a enfundarse los barbours y coger las máquinas para acudir a Canals y visitar el museo de Ricardet, dónde tuvimos el lujo de contar como guías a los amigos Paco Artacho, Pascual Tormo y al concejal de fiestas. Durante el acto hicimos una donación, el libro “Yo, Ricardo” firmado por nuestro campeón, para que permanezca allí en memoria también de su recuerdo y de su legado. Al finalizar el encuentro, más actividades: visitar la feria medieval y su espectacular hoguera. Y es que si algo caracteriza a este grupo de amigos son sus incansables ganas de rutear en moto o a pie, ¿qué mejor regalo de Reyes que seguir haciendo lo que más nos gusta?
¡Gracias a todos por asistir, ráfagas prohibidas y Vs!
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